Considera Manuel Lagares que se están tomando medidas inconexas e incluso contradictorias, con un aumento del déficit público que, en cuanto esté motivado por ayudas o inversiones desatinadas, será un obstáculo para superar la crisis. Según el autor ha llegado la hora de tomar medidas que requieren de valentía política y de un pacto entre el Ejecutivo y la oposición, como sucedió con los famosos Pactos de la Moncloa. Transcribimos parte de su artículo:
En cuanto a las prioridades, no cabe ya duda de que mientras no se normalice y limpie el sistema bancario de activos tóxicos o de valores depreciados, poco podrá esperarse respecto a la financiación de la economía real.
A las empresas habría que ayudarlas con una reducción de sus costes y algún impulso a sus inversiones y exportaciones. Para eso nada como bajar drásticamente el impuesto sobre sociedades, reduciendo su tipo o eximiendo total o parcialmente de este tributo a los dividendos distribuidos, y cambiar cotizaciones sociales por impuesto sobre el valor añadido, del que las exportaciones están exentas. Un fuerte crédito fiscal a las inversiones empresariales en activos reales, en vigor sólo por plazo limitado, podría coadyuvar con fuerza al aumento de las inversiones al reducir el coste de los bienes de capital con cargo a la factura impositiva…
Pero, además, tendrían que liberalizarse todos los mercados, incluido el laboral, e integrar de nuevo nuestro fragmentado mercado interior. Hay mucha tarea pendiente en estos ámbitos y para eso no se necesitan apenas gastos pero si grandes dosis de fortaleza política, de la que hoy posiblemente carece el Gobierno…
Debería, además, realizarse un considerable esfuerzo didáctico respecto a su contenido y a sus sacrificios, para que los ciudadanos lo acepten sabiendo sin engaños que el camino de superación de la crisis será largo y duro, pero posible.