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Ar Se refiere la autora a la actitud de nuestros políticos frente a las tareas pendientes, de una enorme magnitud y gravedad. Se trata de tareas que deberían servir para definir lo que será de nosotros en las próximas décadas con la utilización y control de unos fondos decisivos para el futuro del país y de las siguientes generaciones en la articulación de unas políticas.de protección social y de activación económica.En su opinión, cualquier agente político que no esté dispuesto a intervenir constructivamente debe ser enérgicamente rechazado por la sociedad en su conjunto y castigado mediante el voto. Recuerda la autora el excelente texto de Ferlosio publicado en El País en 1995, con el título de El despreciable. Considera que se trata de un texto asombrosamente vigente con las debidas adaptaciones. La dura y potente tesis del artículo de Ferlosio, sostiene que el mitin como forma de comunicación política tiene consecuencias antidemocráticas, debido a que descansa la unidireccionalidad. La imagen que nos arroja Ferlisió es la conversión de la vida política en una violenta teatrocracia. En este sentido, señala la autora que la política lejos de quedar constituida como escena política común, con diferentes actos y compartida por distintos actores, se convierte en un escenario espectacular de enfrentamiento gestual permanente. La temporalidad compleja de la política, con sus fases de conflicto y de cooperación, es casi anulada, bloqueando la acción política como tal. Desaparece la acción y en su lugar impera la actuación histriónica. Todo se convierte en un mitin infinito.
