Considerando el peso de Repsol en el mercado español de hidrocarburos líquidos, butano y su control en Gas Natural, Miguel Boyer defiende en un artículo de Opinión en el País la vuelta de la participación pública en Repsol, recordando que en Francia e Italia existe presencia estatal en empresas similares. En este sentido argumenta que la posible adquisición por parte de una empresa extranjera de un paquete de acciones con peso decisivo para la gestión de Repsol es negativa para los intereses de la industria española. Particularmente, considera que sería un error permitir que Lukoil tomara el control sobre Repsol a un precio muy bajo (la cotización actual en Bolsa de Repsol se explica por la coyuntura); máxime si esta adquisición se produce para solucionar un grave problema de endeudamiento del accionista principal de Repsol -Sacyr Vallehermoso-, un hecho ajeno a la estructura de la propia Repsol.